«Una gran alegría para todo el pueblo», es el anuncio del nacimiento del Niño de Belén. Los oyentes son esos pastorcitos de los alrededores del humilde paraje de Belén. Excelentes oyentes que, transformados por el mensaje, se vuelven a su vez anunciadores de la alegre noticia en el mismo centro del acontecer, en el pesebre. Los escuchan san José y la Virgen, entre otros, y la Madre guardaba esos relatos en su corazón. Estos humildísimos hombres con el Evangelio en sus corazones y en sus voces, en la Noche Santa, en la Noche de la Paz!!!. Aquel Día es también Hoy. El anuncio de los pastores resuena también hoy.
Santa HUMILDAD, con tu hermana la santa pobreza, vengan a abrirnos a este Misterio de Amor incomparable, la encarnación de la Palabra, a este Dios pequeñito que está viniendo siempre para hacernos como Él.
sábado, 29 de diciembre de 2007
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